domingo, 2 de noviembre de 2008

De pie por favor (parte II)

Tal vez hace mucho que sufres de las rodillas o la columna y nunca se lo atribuiste a tu pie plano. Quizás sea hora de replantearte las cosas. Esto no quiere decir que todos los problemas de columnas y rodilla sean culpa del pie plano, claro que no, pero puede ser una posibilidad.
Imaginemos toda esa estructura en movimiento, toda esa fuerza siendo descargada hacia los pies, si nuestros “sistemas de amortiguación” no funcionan correctamente las cosas se complican. De aquí la importancia de la prominencia en el calzado, para salvaguardar la integridad de nuestro arco plantar, más cuando realizamos actividad física regular, que estas fuerzas se ven aumentadas.
En parte también la responsabilidad de elegir el calzado adecuado para proteger, como ya vimos, algo más que nuestros pies. Ahora llega la pregunta del millón, ¿que pasa si ya tengo pie plano?, ¿no puedo realizar actividad física?, ¿estoy condenado/a a sufrir de la columna?
Como diría Fito Páez, ¿quien dijo que todo está perdido?, lo primero es consultar con un especialista (ortopedista), que determine que tan grave es el asunto, o sea que tan vencido está nuestro arco del pie. Luego en casas especializadas conseguiremos accesorios (plantares) hechos a medida que nos proporcionarán el apoyo justo que necesitamos, lo ideal sería tener uno para diario y otro para realizar ejercicio.
Como complemento se pueden realizar ejercicios de fortalecimiento plantar, hay algunos especialistas que dicen que sirven y otros que dicen que no, en lo personal creo que ayudan y por lo tanto aquí van dos ejercicios básicos y muy fáciles.
Ambos se practican descalzos, uno se trata de “jugar” con una pelota de tenis con la planta del pie, como si la estuviéramos amasando. Para el otro se coloca una toalla en el piso y con los dedos de los pies se trata de “enrollarla” alternando movimientos de flexo-extensión del pie.
Con tan solo unos minutos al día podríamos ganar calidad de vida para el futuro.

No hay comentarios: