miércoles, 20 de agosto de 2008

A cada quien lo suyo

El dolor es visita frecuente de todo aquel que entrene con pesas, con fines de tonificación, hipertrofia o fuerza, pero hay dolor “bueno” y dolor “malo”.

El dolor bueno, es aquel que sentimos en los músculos luego de 24 a 72 horas de haber entrenado, el que lleva tiempo entrenando lo conoce. El principiante, cuando sienta algún dolor, lo más lógico es que consulte con su entrenador y este le dirá que hacer frente a uno u otro tipo.

Frente al dolor bueno hay varias estrategias que se pueden utilizar, pero frente al dolor malo hay una sola, ir al médico. Bajo ningún concepto un entrenador podrá “aconsejar”el uso de medicamentos, es muy común que cuando alguien del gimnasio consulta por algún dolor (que no es del bueno) le contestemos: “¿sabes que es bueno para eso?, ver un médico”.

Pero que sucede cuando esta persona visita al médico, (tenemos grandes amigos médicos y sabemos que no siempre es así, pero hemos visto muchos casos) al decir que entrena con pesas inmediatamente le prohíben esta actividad. Muerto el perro se acabó la rabia, pero no es así.

Frente a un dolor lumbar, es más fácil desaconsejar las pesas que tomarse el trabajo de buscar las causas, como podrían ser la debilidad abdominal asociada al acortamiento de los isquiotibiales.

Es cierto que hay gimnasios donde uno entrena sin que nadie lo vigile, o que hay gente que no hace caso a lo que el entrenador le dice, pero si esa persona le va a hacer caso al médico, que éste no le diga “no hagas más pesas”.

Así como yo no se nada de medicina, los médicos no saben de entrenamiento. Por algo (en entrenamiento deportivo) un cuerpo técnico serio tiene entre otras cosas: un entrenador de la especialidad, un médico deportólogo y un entrenador de la fuerza (o sea de las pesas).

¿Qué pretendemos? Que así como el entrenador dice “que te vea un médico y te diga lo que tienes”, que el médico te diga “tienes tal o cual patología, que tu entrenador lo tenga en cuenta cuando te arme la rutina”. Claro que no en todos los gimnasios tienen en cuenta estas cosas, pero nosotros hasta donde nos da el conocimiento lo hacemos. Así que, a cada quien lo suyo.



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