miércoles, 15 de octubre de 2008

El calzado ideal

Llegó la hora. Después de semanas de dar vueltas y vueltas te decidiste y aprovechando el buen tiempo, vas a empezar a hacer ejercicio. Sacas el equipo deportivo del placard, pero… te faltan las zapatillas. Vas a tener que gastar.
Aquí surgen las preguntas: “¿qué calzado me compro?, ¿cualquiera me sirve?, ¿en que me tengo que fijar?”.
De más está decir que voy a marcar algunas pautas generales, no soy especialista en biomecánica ni mucho menos y claro está que cada cual ajustará estos datos a sus posibilidades económicas.
Lo primero que hay que saber es que el calzado debe ajustarse a la actividad que se va a desempeñar (“chocolate por las noticias”), esto que parece tan obvio, es evidente solo en deportes como el fútbol o el básquetbol, pero ¿que pasa a la hora de salir a correr?, ¿o de entrenar con pesas?, ¿o de otros deportes?
Analicemos brevemente la carrera, o el paso: cuando damos un paso, el impacto es absorbido por el talón, luego se apoya todo el pie, para finalmente trasladar el peso al metatarso para impulsar el próximo paso. Aquí obtenemos un par de datos importantes, si el impacto lo absorbe el talón, esto quiere decir que en esta zona el calzado deberá tener una buena amortiguación y si la fuerza para el próximo paso esta bajo el metatarso y los dedos, aquí deberá poseer una superficie que permita una buena tracción. Hasta aquí los que salen a correr tienen solucionado, en caso de otros deportes dependerá de las características del mismo y no podemos analizarlos todos aquí(por ej. en básquetbol suelen tener caña alta para mejorar la estabilidad del tobillo al saltar).
¿Que pasa con el entrenamiento con pesas?, ahí no se corre”, no pero también se necesita algo de amortiguación (un poco más dura), para transferir la fuerza del peso levantado, y algo de tracción (leve) para evitar algún resbalón.
Fundamental para cualquier tipo de calzado la prominencia en la zona interna que asegura un correcto arco plantar. Salute.

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